Hoy, en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Cámara Alta

El PP reclama al Gobierno preservar la auténtica marca de sobrasada de Mallorca

Catalina Soler: “La sobrasada es símbolo de la gastronomía exquisita y propia de la isla”

En 1993 el Gobierno balear reconoce la Denominación Específica para la sobrasada mallorquina y en 1996, la Unión Europea le otorga el sello de Indicación Geográfica

La senadora del Partido Popular por Mallorca, Catalina Soler, ha defendido hoy una moción, que ha resultado aprobada por unanimidad en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación, en la que insta al Gobierno a la realización de las gestiones pertinentes para preservar la auténtica marca de sobrasada de Mallorca.

Durante su intervención en la Comisión de Agricultura de la Cámara Alta, la senadora popular ha recordado que en 1993 el Gobierno balear reconoce la Denominación Específica para la sobrasada mallorquina y en 1996, la Unión Europea le otorga el sello de Indicación Geográfica. Por este motivo, ha resaltado el acto que se va a celebrar esta semana con motivo del 25 Aniversario de la denominación de origen.

Catalina Soler, encargada de la defensa de la iniciativa, ha dicho en su intervención que “el arraigo de la sobrasada en la sociedad mallorquina se remonta hasta el siglo XVII y se ha convertido en un símbolo característico de una gastronomía exquisita y propia de la isla”.

La senadora popular ha explicado que la sobrasada surge de una técnica de embutir carne picada de los animales en sus propias tripas. Y que, si bien se desconoce con exactitud su origen, sí se sabe que procede de Oriente Medio y que nace ante la necesidad de crear una fórmula para guardar los alimentos durante largos periodos de tiempo.

La experimentación en técnicas de conservación de alimentos surge en el Imperio Romano y es entonces cuando el procedimiento llega a Mallorca. Pero no es hasta el medievo cuando se aplican las formas de conservación que se asemejan más a lo que hoy conocemos, aunque todavía falta una evolución del embutido hasta llegar a la sobrasada que hoy conocemos. Su nombre surge en Sicilia “donde se practicaba una técnica conocida como sorpresa, que significa picado, aplicado a la carne para embutir”.

Soler ha asegurado que es a partir del siglo XVI cuando Mallorca desarrolla una importante tradición charcutera y la sobrasada se convierte en una de las formas de conserva alimentaria en las despensas de cada casa. Y con la incorporación del pimentón, dos siglos más tarde, es cuando empieza la mayor comercialización y difusión de este producto.

Para finalizar, Catalina Soler ha hecho referencia a las propiedades del producto, rica en ácido oleico (conocido como Omega-9), que es beneficioso para reducir el colesterol “malo”. Y ha asegurado que desde Mallorca se tiene constancia de la venta de sobrasada “utilizando el nombre de la región sin ser cierto”, ha concluido.