Editorial: Lo sucedido el pasado 9 de octubre de 2018 en Sant Llorenç des Cardassar, con una torrentada asesina sin precedentes, los anuncios de Gota Fría de forma regular cada año, los peligros hídricos que vaticinan los técnicos por el centro de la localidad (por mucho que se amplíen la confluencia de los dos cauces que llegan y los de salida), las posibilidades ciertas que se vuelva a repetir y el miedo que están pasando los residentes cuando divulgan que llega la DANA.

Ha propiciado que el alcalde Mateu Puigròs se plantee con su equipo de gobierno y los miembros de la oposición, el desvío completo en serio del torrente para evitar que pase por Sant Llorenç, cueste lo que cueste y si hay que hacerlo en varias anualidades se hace, y lo que ahora es el cauce convertirlo en paseos, zonas ajardinadas, parques, parking, etc.

Lo ocurrido en octubre de 2018 no debe repetirse aseguran los regidores y tenemos que buscar financiación urgente para el desvío. Nadie puede soportar que cada año puede llegar la torrentada. Nunca antes había tanta unanimidad. Todos los partidos políticos con representación municipal, técnicos, empresarios, sindicatos, comerciantes, APIMAS, profesores, empleados públicos, artistas, deportistas, entidades, colectivos, ONGs, todos sin excepción lo tienen claro, se debe desviar lejos del pueblo el torrente como se ha hecho en otras ciudades. Hay borrador y consejos, será importante encargar a expertos en Caminos, Canales y Puertos el tema.

La naturaleza se ha enfadado, los ciclos de antaño se han roto, el agua de lluvia puede llegar con 150 litros por metro cuadrado en poco tiempo y ese caudal no se canaliza de ninguna manera, los riesgos son completos en espacio de tiempo corto. Hay que prevenir, lamentar vidas no tiene perdón cuando no se hace nada. Aplaudimos que Sant Llorenç saque su nervio y genio y no tiren la toalla ante presupuestos multimillonarios, es la hora que el Gobierno central nos pague la deuda histórica, nos reviertan impuestos que nunca llegaron, vale de bromas.