Este Gobierno y la Oposición no conocen a su pueblo, lo siento por ellos
Editorial: Cuando termine esta prueba será el momento de beber la vida a pequeños sorbos, sin pausas, y no dejar para mañana lo esencial
Me contaron una triste imagen anoche en las inmediaciones de un supermercado al cierre. Varias personas buscaban entre los restos podridos y caducados, lo que se tira, lo imposible de vender. Eso también existe en este municipio.
AGENCIA MANACORNOTICIAS 22/05/2020 - 06:46:44
Todos nos asustamos muchísimo cuando decretaron el confinamiento de la población. Se supo que el coronavirus podía matar a muchas personas. Que los contagios se contaban por miles.

Editorial: Todos nos asustamos muchísimo cuando decretaron el confinamiento de la población. Se supo que el coronavirus podía matar a muchas personas. Que los contagios se contaban por miles. Su comportamiento era desconocido y daba miedo a los científicos. De hecho en España se ha llevado por delante a más de 35.000 ciudadanos. Los 28.000 oficiales que dice el Gobierno y todos los que precisan los registros y funerarias. Algún día sabremos donde están los fallecidos de Madrid, Barcelona y otras comunidades autónomas. Sus familias si lo saben.

Nuestro encierro sacó de las entrañas lo mejor de nosotros, hubo detalles de solidaridad y amor que nunca olvidaremos. Nos conjuramos soldar nuestra acción para mejorar la humanidad del futuro. Nos ayudó mucho la estadística y los fríos números, porque la autoridad sanitaria y el Gobierno se encargaron con los muchos medios de comunicación de pesebre y subvención esconder todo lo feo, las imágenes groseras y dolorosas. Ningún ataúd, nada de lágrimas, y tampoco lutos. Cuando dieron la cifra de 950 muertos en un día, esa jornada las imágenes eran coloridos e informaban mirando a otro lado.

Nuevo amanecer, intuyo por el despejado cielo que la luz será especial. Ninguna nube que moleste al sol. Día seco, nos anuncian 28 grados. Un lujo. Ayer recibí un centenar de fotos de las playas y rincones más bonitos de Mallorca.

Hemos pensado miles de minutos, visto el cambio del mundo en dos meses. De nuevo la calle, el horizonte. La vida. Pues mira por donde nada ha cambiado. Hemos empeorado. Hay quienes echan la culpa al Gobierno porque comunica muy mal. Y nadie lo entiende. Improvisación, contradicciones, cambios sobre la marcha, órdenes sin sentido y carentes de lógica. Para volverse locos. Sin Instinto alguno. Por eso si te piden una cosa absurda haces la contraria. Los expertos aseguran que en el resto de Europa, Asia, Rusia, Oceanía, no está ocurriendo.

Consecuencias de todo lo que digo, ayer en muchas playas donde se prohíbe el baño, estaban llenas y se sumergían en las aguas sin mayores problemas. Nada nuevo en el horizonte. Lo mismo ocurre en las terrazas, las distancias, los supermercados, las zonas de paseos, los lugares de deporte. Fiestas improvisadas y botellones. No hemos nacido para soportar decretos con letra pequeña que necesita de una lupa. Nuestro ADN no sintoniza con horarios disciplinarios y mucho menos atendemos a franjas. Este Gobierno y la Oposición no conocen a su pueblo, lo siento por ellos, se llevarán una sorpresa cuando abran las próximas urnas.

Reconozco que estoy decepcionado, no lo voy a esconder, descorazonado. Como siempre alegre, optimista y comprometido como nunca, hasta que llegue la vacuna o un tratamiento muy seguro. Hasta que los 65.000 sanitarios y quienes han estado en la primera línea estén completamente curados. Que los niños vuelvan al colegio y las despensas de todos los domicilios tengan alegría. Lo tengo claro. Que se vacíen las UCIS y no haya ninguna personas contagiada. Como mínimo. Pero ahora viene la pandemia económica, el hambre, las dos Españas, lo politizado. Será duro, cuesta arriba. Dramático. Habrá que digerir tanto contratiempo.

Nuevo amanecer, intuyo por el despejado cielo que la luz será especial. Ninguna nube que moleste al sol. Día seco, nos anuncian 28 grados. Un lujo. Ayer recibí un centenar de fotos de las playas y rincones más bonitos de Mallorca y todavía está mi corazón palpitando. Que preciosidad, nuestra tierra debemos conservarla con uñas y dientes. Quién me las mandó me dijo que los ingleses y alemanes se perderán este paraíso medio verano. Tenemos dirigentes por tierra interna que nada saben de Turismo. Necesitan escuchar y aprender. Un saco de paciencia y cuando se termine otro.

Llegan las noticias atropelladamente, necesito organizarlas, priorizar, quitar la paja del trigo. Cosechar información. Hay que salir a la calle a buscar y olfatear, mirar el pulso del personal. Me contaron una triste imagen anoche en las inmediaciones de un supermercado al cierre. Varias personas buscaban entre los restos podridos y caducados, lo que se tira, lo imposible de vender. Eso también existe en este municipio. Cuando termine esta prueba será el momento de beberse la vida a pequeños sorbos, con prisa, sin pausa, entrañables encuentros. No dejar para mañana lo esencial. Rafael Gabaldón San Miguel.

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